El papa da un cálido adiós a México
SILAO, México (CNS) — El papa Benedicto XVI dispensó a México un cálido “adiós”, subrayando que se refería a que “Quede con Dios”, al concluir un viaje marcado por desbordantes muestras de fe y afecto por parte de los habitantes del segundo país católico más populoso del mundo.
“Me voy colmado de experiencias inolvidables, como inolvidables son tantas atenciones y muestras de afecto recibidas” dijo el papa Benedicto el 26 de marzo en sus declaraciones finales antes de partir hacia Cuba.
El papa usó su discurso de despedida para exhortar a los mexicanos a “ser también buenos ciudadanos, conscientes de su responsabilidad de preocuparse por el bien de los demás, de todos, tanto en la esfera personal como en los diversos sectores de la sociedad”.
“En nombre de millones de mexicanos, gracias por una visita que nunca olvidaremos”, dijo el presidente mexicano Felipe Calderón en la ceremonia de despedida.
Durante su viaje de cuatro días, el papa Benedicto recibió las llaves de las ciudades de León y Guanajuato, se reunió con Calderón y celebró una Misa para una multitud que el gobierno del estado de Guanajuato estimó en 640,000 personas. También saludó a los mexicanos que han perdido a sus seres queridos a causa de la violencia.
El papa Benedicto agradeció las desbordantes muestras de afecto. La noche del 25 de Marzo salió del Colegio de Miraflores de León, donde se alojaba, para saludar a la multitud congregada y recibir las serenatas de mariachis vestidos en sus trajes de vaquero color blanco-hueso.
“Nunca había sido recibido con tanto entusiasmo. Ahora puedo decir que México va a permanecer siempre en mi corazón”, dijo el papa Benedicto en afirmaciones traducidas por su embajador en México, el arzobispo Christophe Pierre, y que fueron retransmitidas por la televisión nacional.
Multitudes entusiastas se alinearon a lo largo de las calles en los municipios de León, Silao y Guanajuato para seguir cada uno de los movimientos del papa Benedicto. Muchos cantaban “Benedicto, hermano, ahora eres mexicano” reflejando el gran afecto hacia el papa, al cual las noticias de los medios mexicanos y extranjeros habían supuesto menos amado en el país que su predecesor, el papa Juan Pablo II.